EUROPA
PRESS
26 junio
2024
Industria
y expertos de la protección solar reivindican transparencia y rigor científico
frente a desinformación
Fabricantes de productos de protección
solar y voces expertas del sector, así como del ámbito de la farmacia y la dermatología,
se han reunido en una jornada para explicar procesos y aclarar las dudas y
mitos existentes sobre los protectores solares, en la que Stanpa,
la Asociación Nacional de Perfumería y Cosmética, ha reclamado un mayor rigor
científico y la consulta de fuentes acreditadas y expertas a la hora de
informar sobre la fotoprotección.
Así lo revela el doctor Néstor Montesdeoca García, miembro
de la junta directiva de la Sociedad Española de Cirugía Oral y Maxilofacial y
de Cabeza y Cuello (SECOMCyC), quien recuerda que se
trata de un fenómeno que se corresponde con la activación repetida de la
musculatura masticadora (músculos maseteros y temporales) durante las fases más
precoces del sueño, y que produce un apretamiento dentario.
"La complejidad puede llevar a que los no expertos no
lo entiendan, lo malinterpreten, con mensajes que confunden, generen alarma y
desinformen a los consumidores, en un territorio donde es fundamental la
transparencia, el rigor y la claridad", ha apuntado Val Díez, doctora en Farmacia
y directora general de Stanpa.
Entre el panel de expertas científicas, ha participado
Raquel Aguado, vocal de Dermofarmacia y Productos Sanitarios del Colegio
Oficial de Farmacéuticos de Madrid (COFM), quien ha explicado que "la
desinformación es un fenómeno que alcanza de diferente forma al usuario".
"Los jóvenes tienen un mayor problema y nos generan
preocupación, ya que, se informan a través de redes sociales y canales
digitales basados en la inmediatez y la viralización. Incluso sin buscar ninguna
información en concreto, se exponen a contenidos cuyos mensajes calan en ellos
porque desconocen el criterio o la fuente de quienes juzgan la efectividad o
calidad de los productos", ha añadido.
Por su parte, María Segurado,
dermatóloga jefa de sección del Hospital Universitario del Sureste de Madrid y
asesora dermatológica de Nivea, ha señalado que "el daño solar es
acumulativo, pero, por desgracia, son muchos los jóvenes que confían en que a
su edad no les va a pasar nada y creen que este tipo de mensajes son
‘cosas de médicos’".
"No debemos olvidar que la piel es el órgano más
expuesto y, a su vez, accesible del cuerpo y la sintomatología o los signos de
alarma derivados de patologías específicas son, en gran medida, visibles. En
este sentido, es importante conocer nuestra piel, autovigilarnos
y, en caso de duda, acudir a un experto", ha advertido.
También han participado algunas expertas que lideran las
áreas científicas de fabricantes como ISDIN, L’Oréal
y Cantabria Labs, encargadas de supervisar desde la formulación hasta la salida
al mercado de los fotoprotectores, un proceso que sigue unos exhaustivos
controles de evaluación de garantía y calidad regulados a nivel europeo.
En relación a estos controles se ha destacado que los
filtros solares son ingredientes controlados y su eficacia y seguridad está
avalada por el Reglamento Cosmético Europeo y el Comité Científico para la
Seguridad de los Consumidores (SCCS).
Esta regulación reta a los expertos en el proceso de
formulación de los fotoprotectores, tratándose de un proceso complejo cuya
etapa de investigación previa a su materialización puede llegar a extenderse
hasta 10 años, con el objetivo de garantizar la eficacia y seguridad del
producto en todo su ciclo de vida.
Retos futuros
Por otro lado, la directora científica de L’Oréal Dermatological
Beauty España, Leonor Prieto, ha recordado que existen tres retos en la
evolución científica de los protectores. El primero de ellos es el reto de los
filtros, que "han evolucionado para protegernos más". El segundo es
favorecer la aplicación de estos fotoprotectores, es decir, "crear
tecnologías que garanticen que la cobertura sobre la piel sea homogénea".
Y, por último, las texturas de los mismos.
En este sentido, han comentado en el encuentro, el rigor
científico y la apuesta por la innovación son dos piezas clave para hacer
frente a los retos que plantea el territorio de la fotoprotección. De hecho,
antes de llegar al producto final hay compañías que pueden llegar a realizar
más de 500 prototipos que no solo persiguen la máxima eficacia y calidad del
producto, sino que también ponen a prueba su resistencia y aplicabilidad.
Mónica Foyaca, directora de I+D de
ISDIN ha reiterado que, "sin duda, el mejor fotoprotector es aquel que te
pones". Por ello, ha añadido, "la industria trabaja incansablemente
para conseguir las mejores texturas y garantizar la buena aplicación del
producto, de modo que resulte atractivo, cómodo y genere adherencia en los
usuarios".